13
13 reasons why (2017)
No me enganchaba a una serie de una manera tan salvaje e incontrolable desde NARCOS, ya sabéis, aquella producción sobre el tristemente famoso narcotraficante Pablo Escobar. Con WestWorld tuve mis dudas…
Descubrí 13 Reasons Why a través de Internet. Nadie me habló de ella, ni me pasó la temporada en un pincho USB, ni nada que se le parezca. Leí un interesante artículo sobre esta serie y su original forma de afrontar el tema del buylling en un periódico digital.
Tras el exitoso libro escrito por Jay Asher, solo era cuestión de tiempo su adaptación al cine o a la TV. Y así, NETFLIX con Selena Gómez a la cabeza, se sumergieron en este viaje de 13 episodios que nos asoma hasta los últimos años de vida de Hannah, una magnífica Katherine Langford que, destrozada por algunos de sus compañeros de instituto, decide contarnos su día a día a través de unas cassettes que van rulando en cadena por todas aquellas personas que compartieron algo de culpa en su terrible y dramática decisión final: quitarse la vida.
Reconozco que el principio de temporada chirría un poco. Ese desmesurado aire teenager o el look tan manido de "típico instituto yankee", hace que resulte por momentos hasta ñoña...después, la cosa cambia.
Según avanzan las cintas te sumerges más y más en la historia de esta muchacha, víctima de insultos, mentiras, agresiones y toda clase de acosos. ¿Es para tanto?, llegas a preguntarte tras los primeros abusos...cuando llegas al final te transformas, es demoledor, y piensas: ¿me habré convertido en agresor y no me he dado cuenta?...¿es tan difícil entender que las personas son radicalmente distintas unas a otras, que lo que para alguien es puramente irrelevante, puede serlo todo para su compañer@ de pupitre, y viceversa...?.
Mi respuesta es: Sí. Es para tanto. Confieso que quizás no fuera objetivo del todo. Vi la serie en el peor momento de mi vida, en plena crisis de los 40 y con la sensación de que aún, me falta todo por hacer...puede que tal vez por eso mismo, porque entiendo lo que es sentirse vacío y cansado, sin ganas de nada, decepcionado, solo...esta serie me haya entrado al corazón. Puede que hasta ni siquiera sea para tanto...¿quién sabe?.
Lo único que veo claro como el agua es que hay un microcosmos que funciona en esas 13 horas. No aguanto al mequetrefe protagonista, pero me enamoro de Hannah cada vez que aparece en pantalla. Algunos secundarios son lamentables, otros aguantan episodios completos...y entiendo por fin, que es esa imperfección la que engancha. Hannah no es un personaje perfecto, comete errores. Su manera de pedir ayuda, sus actos, sus decisiones, son cuestionables...y eso es maravilloso, porque la vida es así. Porque los blancos y negros puros no existen, son sólo pura ilusión.
El éxito le ha llegado a una serie con una más que complicada continuación, su personaje más importante está muerto. Veremos qué inventa la poderosa maquinaria americana para mantener vivo el espíritu de una primera temporada más que aceptable.