Colorín colorado...
Sí, queridos míos, es mucho lo que se ha hablado de dos series apasionantes este 2019.
Juego de tronos ha terminado y con ella, lo único que mantenía con dignidad los estándares mínimos de calidad año tras año. Para mí, esta última temporada es contradictoria, hay capítulos que me han flipado, otros no tanto. La larga noche es una pasada, posiblemente el mejor capítulo de la saga después de la batalla de los bastardos. Empieza y acaba con un sutil toque poético que me encanta y la acción está llevada con buena mano e inteligencia. La verdad, no sé si veía muy oscuro o no, tras la acometida de los dothraki ya no pude despegar los ojos del ordenador ni un solo segundo.
Es cierto que en esta temporada final los protagonistas hacen gala de una sospechosa ineptitud estratégica en el campo de batalla, pero, ¿qué más da?. También reconozco que el último giro en el arco del personaje de Emilia Clarke está cogido con alfileres y que su matanza en Desembarco del Rey resulta excesiva, pero llegados a este punto se lo perdono todo, han sido los mejores durante 10 años seguidos.
El final, sí, es descafeinado; presupongo que obligados por agradar a una mayoría silenciosa, optaron por la más política de las soluciones. Yo habría hecho igual, hace mucho que entendí que gustar a todo el mundo es absurdo e imposible.
Vi Chernobyl porque me quedaban dos semanas de suscripción en HBO. Recuerdo que pensé, ¿a ver qué han hecho aquí?.
Me descoloca que el creador sea el mismo tipo que hizo Resacón en las Vegas, y me da por pensar que para hacer lo que quieres primero tienes que pasar por algunos lugares peligrosamente comerciales.
Son 5 capítulos muy bien resueltos, va al grano con una precisión milimétrica. Diría que se trata casi de un falso documental, eso sí, con unos diálogos y unos actores de nivel importante; véase, por ejemplo, todo lo relativo a los mineros, es maravilloso.
Reconozco que el tema me apasiona, y ya había leído mucho sobre todo lo ocurrido allí años atrás. Entiendo la mayoría de la terminología que utilizan y, aun así, acaba la serie y continúo investigando sobre una de las mayores irresponsabilidades protagonizadas por el ser humano. No creo que se trate de una obra maestra, pero sí es cierto que muestra los acontecimientos y algunas de las terribles consecuencias con un rigor y un tacto envidiable. Me gustaría hacer mención al director (Johan Renck) y al actor principal (Jared Harris), creo que ambos han hecho un trabajo sobresaliente. Ponerle pegas a Chernobyl sería injusto, os la recomiendo de principio a fin, ni os lo penséis.