EL INFIERNO EN LA TIERRA
Sound of Freedom (2023)
Hace mucho que no hay en cartelera una película que haya provocado tanto revuelo antes de su estreno. Recuerdo haber visto en YouTube a su productor, Eduardo VERÁSTEGUI, informando sobre todas y cada una de las penurias por las que había tenido que pasar para poder sacar adelante su producto y pensar: bueno, otro más al que se lo han puesto difícil de cojones. Eso fue un par de días antes de que se convirtiera en número 1 de la taquilla estadounidense, ventilándose por el camino a la última de Indiana Jones y Misión Imposible.
Sound of freedom encierra detrás de sus imágenes mucho más de lo que parece. Yo imagino que tratar un tema como la compra-venta de menores de edad debe ser algo complejo, pero de ahí a pasar por todo lo que describen sus creadores, es vergonzoso, se me cae la cara de VERGÜENZA. El productor describe que tuvo que aguantar frasecitas de mandamases de la industria tipo: esto NO va a funcionar, esto no lo quiere ver nadie, NADIE va a apoyar algo así… ¡BRAVO por los gurús del cine actual!.
Realmente me siento identificado, en cierta medida. Nuestro último cortometraje, EL CASTIGO, fue NINGUNEADO en festivales de cine de este país por tratar un tema parecido, tabú y prohibido para muchos: el maltrato infantil. Parece ser que prefieren exponer chistes de 3 minutos en vez de historias con verdadera conciencia cívica. La excusa: el famoso efecto llamada, ¡con dos cojones!. Pasa exactamente lo mismo con las historias sobre suicidios…
Dicho esto, ¿qué es Sound of Freedom?. Viene a tratar la verdadera historia de Tim Ballard, un policía americano que se dedicaba a encarcelar pedófilos y que un día decide dar un paso más, recuperar una niña robada para devolverla a su familia. La primera parte tiene problemas, asisto a una ráfaga de secuencias que van a toda velocidad. Ok, entiendo que es necesario para avanzar la trama pero es insuficiente para dejar poso, queda todo muy raro, parecen las imágenes de un tráiler que se extiende durante 45 minutos. Supongo que han debido meter tijera ahí. La segunda parte es infinitamente mejor.
El elenco de la película es inquietante. El cabeza de cartel es Jim Caviezel, un defenestrado por Hollywood. Produce Mel Gibson, otro que más de lo mismo. Suma y sigue. Todos los astros en contra. Aun así, el potente rostro del actor hace suyo el film y lo mantiene durante las dos horas que dura la función. Bien es cierto que los diálogos rezuman un extraño sabor, la fe cristiana y Dios están presentes por todas partes y se nota. La idea del film es arriesgada, pone a parir a EEUU y a México sin dudarlo un segundo, no se cortan un pelo. Imagino que todo eso no ha ayudado para adquirir aliados de cara a su estreno y promoción.
Sound of freedom es una película NECESARIA, todo el mundo debería verla, tener conciencia de lo que sucede; un negocio que crece exponencialmente y del que poco o nada se habla. Sacar las vergüenzas al aire, exponer el infierno por el que pasan estas pobres criaturas no debería ser jamás CENSURADO y mucho menos DENIGRADO. Señores del cine, los suicidios EXISTEN. Los malos tratos y abusos a niños y niñas menores de edad TAMBIÉN, aunque nos duela, y la mejor manera de enfrentarse a ello es EXPONERLO, HABLAR DE ELLO y APOYAR a todos aquellos que se enfrentan a tales horrores. ¡He dicho!.
PD: Esta crítica está dedicada a todos aquellos sabelotodos que dijeron que esta película sería un fracaso.