Bayona, la coronación del Rey
Un monstruo viene a verme (2016)
Y por fin se estrenó la esperada última película de Jota Bayona, un dramón con tintes fantasiosos titulado Un monstruo viene a verme. Y aunque al principio, la idea de pasar en el cine un trago tan amargo no me atraía demasiado, reconozco que me lo pensé dos veces tras observar atónito, como Telecinco Cinema hacía lo que mejor sabe: VENDER. El despliegue fue importante, éstos no se andan con rodeos y armaron un buen fregado para mostrar el juguete de su último niño mimado...
Sí, lo sé, habla la envidia...pero la sana. Bayona ha hecho un trabajo magnífico. La película avanza airosa, haciendo gala de su potente despliegue técnico-artístico, convirtiéndose en una fantástica película sobre algo tan básico como el amor de un chaval a su madre y viceversa, sobre la muerte, la soledad...sobre el miedo más humano que existe: dejar de sufrir.
Se jugaba el tipo introduciendo un elemento que no encaja con la cruda realidad, un árbol que cobra vida y que se encarga de enseñar al chaval algo que todos nosotros deberíamos saber sí o sí: algunos viajes, se hacen solos, y has de estar preparado para afrontarlos, da igual si eres un niño o un adulto...
Me costó aceptar el mundo onírico del protagonista, pero después, todo encajó a la perfección. ¿Lo mejor?, el niño. Un magnífico Lewis MacDougall, que hace las delicias del espectador, demostrando una vez más que Bayona es experto en dirigir actores y actrices en momentos de máxima tensión, algo que no es fácil.
Terminó la película, y todos estábamos llorando como chiquillos, y es que es difícil no emocionarse con algo tan tremendo como la huella del cáncer en una familia, para más INRI, desestructurada... quizás me pilló demasiado cerca...¡puta enfermedad!.
Tengo que decir que el cine de este director me atrapa, me transporta, me sumerge, pero no me encanta, y me explico; Toda su filmografía hasta la fecha está repleta de historias terribles, situaciones límite, de personajes con los que es imposible no conectar. Echo de menos un director más arriesgado, sobre todo en una tercera película, un cambio de tercio. Sabemos de lo que es capaz rodando historias de terror y dramas con efectos especiales por doquier, pero, ¿es igual de certero en historias con una carga emocional más diluida?...Echo en falta también un guión propio...quiero ver cómo se maneja con algo que le sale de dentro, de sus tripas...aunque eso se me antoja más complicado verlo, me temo.
Justo en este instante prepara un blockbuster con los yankees, a ver cómo resuelve el reto...desde luego, se ha convertido en el buque insignia del cine patrio, y me alegra, porque ha llegado muy lejos con un cine cercano, de primeros planos.
Si me preguntan, ¿qué es lo mejor que ha hecho Bayona?, respondería que un plano secuencia en EL ORFANATO. Un 360 grados sobre Belén Rueda en una escena dura, dificilísima de interpretar, y que resuelve a la perfección acompañado por una excepcional banda sonora del maestro Fernando Velázquez.
Con un sitio ya en el olimpo del séptimo arte, al menos a este lado del atlántico, deseo larga vida al nuevo rey del Cine español...¡Mis respetos, majestad!.