VOLVER A NACER
El Castigo (2021)
Lo sé, puede que este título suene, además de pretencioso, dramático y excesivo, sin embargo es exactamente como me he sentido tras volver a ponerme detrás de una cámara y gritar acción.
La última vez que lo hice fue en enero de 2015, rodando el final de Libby, un corto que, por suerte o por desgracia, me quitó más cosas de las que me dio y que aún así guardo en el corazón con especial cariño. Casi al mismo tiempo que finalizamos esa peli, mi hermano y yo decidimos ponernos a trabajar en el siguiente proyecto.
Yo, como siempre, quería algo pequeño y manejable; no me apetecía nada meterme en líos. Quería algo íntimo, casi familiar: dos únicos personajes, una cama y un escenario casi vacío. Una historia que lleva escrita desde entonces y a la que vuelvo solo de vez en cuando para retocar una o dos pequeñas cosas. Un guión de comedia que, seguramente, será lo último que rodemos y que me parece el colofón perfecto para cerrar un círculo que empezó hace ya mucho.
Mi hermano no, claro. Mi hermano quería hacer algo más grande y complejo que lo anterior. - Si no subes el listón, ¿de qué vale volver a rodar?, me decía… Le dije que pensara en algo y ya veríamos. Dos meses después, llegó con una historia a la que me tocó darle forma. No os miento si os digo que ese guión tardó más de 4 años en escribirse, tiene como 15 o 16 versiones. Su tratamiento ha pasado por muchas y diferentes manos que han ido aportando su particular grano de arena a la historia y sin las que habría sido imposible llegar a su versión definitiva; gracias Silvia, gracias Lolo, gracias a todos por vuestro feedback.
El castigo es básicamente la historia de un chaval de 13 años que vive su propio infierno y del que debe aprender a salir, casi por obligación. Lo hace de la forma menos convencional que os podáis imaginar, os lo aseguro.
Casi como Iván, el personaje principal del corto, me tocó sufrir lo inimaginable para sacar adelante el proyecto. Se nos cayó 2 veces, una de ellas a 2 semanas de rodar, la otra por el dichoso Covid. Mi Almu, como no, ha sido un apoyo esencial para levantar un rodaje casi imposible, con un equipo mínimo de 10 personas, con mascarillas, con el dinero justo y con los nervios a flor de piel. Llegué a pensar varias veces en tirar la toalla, no lo hice porque sé que jamás hubiera vuelto a este proyecto, y esta historia no se lo merecía. Tampoco la gente que aún cree en mí.
Me di cuenta de que estaba asustado. Que el miedo estaba en mi cabeza y que tenía que hacerle frente o acabaría frustrado y sin corto. Junté todas esas emociones y llegué al set pisando fuerte, con las mismas ganas que en el pasado, cuando juntaba a 4 amigos y lo pasábamos en grande grabando nuestras chorradas. Entonces me lo pasaba mejor, todo hay que decirlo.
Ahora que hemos terminado el rodaje principal no veo el momento de terminarlo el año que viene, en la que seguramente sea la parte más emocionante y bonita de rodar. Hasta entonces, confinados o no, toca resistir y esperar el final de esta maravillosa historia.